Una nueva violación a la información personal sale a la luz. Esta vez, el acusado es el gigante de Internet Google. Desde que esta empresa empezara su proyecto Google Street View a principios del 2007 utilizando móviles (carros, triciclos, etc) equipados con cámaras digitales con programas sniffers capaces de escanear en busca de redes WiFi públicas o privadas de las cuales se podrían extraer cualquier tipo de información en transmisión como paquetes de datos, voz o video. Los problemas legales generados que la empresa misma describió en primera instancia como "algo de lo cual ellos no estaban informados", son más que suficientes para provocar la intervención por parte de las autoridades encargadas de la protección de la información en toda la Unión Europea.
Google admitiría luego que uno de sus ingenieros creó un programa capaz de recolectar información en redes inalámbricas. El programa fue entonces introducido en el proyecto sin ninguna autorización de los ejecutivos de la compañía.
Las autoridades reclaman que les informe sobre que tipo de información se estaba colectando, donde se almacena, quien tiene acceso, por cuanto tiempo se ha llevado a cabo y si la data ha sido compartida con terceros.
Las amenazas contra los usuarios son cada vez mayores, ya hemos visto otros casos como el de Facebook que atentan contra la privacidad de los usuarios. Esperemos tener el apoyo de todas las organizaciones internacionales para proteger nuestros derechos en el mundo virtual.